lunes, 24 de octubre de 2022

Irán - Muere el hombre más sucio del mundo.

Muere Amou Haji, el hombre más sucio del mundo.

Muere Amou Haji, el hombre más sucio del mundo, tras ducharse después de 60 años (Google)
Muere Amou Haji, el hombre más sucio del mundo, tras ducharse después de 60 años (Google)

Murió poco después de tomar la primera ducha tras más de sesenta años.

Amou Haji, el ermitaño iraní que había sido ungido por los medios como 'el hombre más sucio del mundo', ha muerto a los 94 años, dos meses después de que accediera a lavarse por primera vez en más de medio siglo.

Haji vivía aislado en Dejgah un pueblo de la provincia de Fars, fumando los cigarrillos que le entregaban otros ciudadanos, quienes intentaron sin éxito que su desaseado vecino se relacionara con el agua y el jabón, elementos que supo esquivar durante medio siglo por temor a enfermar.

La agencia AFP ha confirmado la muerte de Amou Haji a la edad de 94 años, considerado como el hombre más sucio del mundo tal y cómo quedó demostrado tras la grabación y emisión del documental La extraña vida de Amou Haji.

Paradójicamente, y tras ceder a las presiones de sus abnegados vecinos, Haji decidió lavarse. Según la BBC, que cita a la agencia iraní de noticias IRNA, poco después de ello enfermó y acabó muriendo murió este domingo.

El hombre más sucio del mundo, Amou Haji, ante su casa en Irán (AFP)
El hombre más sucio del mundo, Amou Haji, ante su casa en Irán (AFP)

Lo más sorprendente es cómo murió.

Tristemente, esta persona perdió la vida el pasado 23 de octubre en Dejgah, un pequeño pueblo de la provincia de Fars (Irán), pero lo más sorprendente es cómo murió.

Retomando la citada fuente, este adulto que vivía en la calle y se negaba a bañarse, murió poco después de tomar la primera ducha tras más de sesenta años. Amou Haji tenía miedo de enfermar su se despojaba de toda la suciedad, y finalmente ha muerto a los 94 años tras quitársela por completo.

Amou estuvo 63 años sin bañarse, pero eso no impidió que gozase de una salud envidiable.

La esperanza de vida media en Irán es de 77 años, pero él ha llegado a vivir 94 años en buenas condiciones gracias a su sistema inmunológico.

A pesar de vivir rodeado de basura y animales en avanzado estado de descomposición, Haji se sometió hace años a pruebas de enfermedades de transmisión sexual (ETS), hepatitis y parasitología: dio negativo en todas ellas.

Sin embargo, lo más probable es que su deceso estuviera relacionado con su dieta a base de carne podrida y agua en mal estado que bebía de una vieja lata de aceite, muy lejos del que afirmó que era su plato favorito allá por 2014, el puercoespín, según dijo en una entrevista para Tehran Times en la que reveló que vivía en un agujero dentro de una choza que le habían construido.

En aquella entrevista reveló que decidió decantarse por este estilo de vida debido a una serie de "contratiempos emocionales" cuando era más joven, una decisión que con el paso de los años embadurnó su piel con hollín y pus.  

Fuente: El Mundo, Sport, Diario de Avisos.

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